“Para hacer que el tirano caiga
y el mundo esclavo liberar (…)
Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alcen los pueblos con valor (…)”
Este Primero de Mayo de 2018, Día Internacional del
Trabajador, tiene una connotación especial para los venezolanos, para el pueblo
todo, para el ciudadano de a pie. Decimos esto no sólo por la gran tragedia
social que estamos padeciendo y de la cual cada día vemos aparecer nuevos y
mayores pesares en todos los aspectos de la vida cotidiana de quienes
compartimos este trozo de suelo. Ese drama es excepcional, inaguantable e
insoportable, pero no es a ello a lo que nos referíamos. Lo especial de esta
fecha es que con esta Jornada Nacional de Protesta —al igual que Fuenteovejuna—
echaremos a andar “todos a una” la cuenta regresiva para salir de este régimen
que solo ha significado destrucción, estafa, miseria, engaño, muerte y
represión.
Salarios miserables donde el ingreso mensual no alcanza ni
para un día de supervivencia; contratos colectivos desfasados de la realidad
que vive la familia trabajadora; irrespeto a la libertad sindical y violación
abierta a la legislación laboral vigente, incluyendo los convenios
internacionales que la República ha ratificado; promoción a la especulación, la
usura y la hiperinflación más que al esfuerzo, el mérito al trabajo y la dedicación
profesional; desaparición de la seguridad social y deterioro creciente de todos
los servicios públicos que el Estado debe brindar para una vida digna y
civilizada y para hacer funcionar la ya muy menguada planta industrial
instalada; todo esto amerita que el pueblo trabajador se ponga de pie y se
pronuncie con un gran levantamiento social que ponga freno a todas estas
tropelías y a esta constante agresión contra los ciudadanos.
Para hacer caer al tirano, al dictador, y con él al régimen
autoritario y despótico, es necesario desechar las ilusiones de que vendrá un
mesías o una intervención extranjera a salvarnos de esta catástrofe. Es
imperioso creer en nosotros mismos, en la capacidad de transformación y cambio
que resumimos todos los luchadores sociales y políticos. Es vital que todos
seamos partícipes de ese protagonismo social que permita en un cortísimo plazo
estructurar un poder de base que unifique sindicatos, gremios, consejos
comunales, asambleas de ciudadanos, asociaciones estudiantiles, universidades y
academias, en un solo torrente para enfrentar la dictadura. Debemos transformar
esa rabia y esa molestia ante tanta penuria en fuerza organizada, en
conciencia, en valentía y abnegación para abrir paso al cambio urgente que
Venezuela está exigiendo.
Y, como dice la canción de los trabajadores, “del pasado hay
que hacer añicos”… y sobre esas ruinas construiremos una sociedad de bienestar,
progreso, desarrollo y justicia, soportada en una gran Unidad Nacional que
deseche todo sectarismo y discriminación y en la cual quepamos todas las gentes
de buena voluntad y todo el que quiera dar su aporte a la gesta para liberar a
nuestro pueblo de las mafias gubernamentales que han corrompido, degradado y
pisoteado los valores, la cultura, las instituciones y hasta las maneras
sencillas de tratarnos los ciudadanos. Se trata de reconstruir nuestra patria
sobre la base de combinar lo mejor de nuestras capacidades productivas con la
apertura de nuevos y más amplios espacios para la democracia y para el
ejercicio de los derechos sociales y políticos. Se trata de llenarnos de
aliento histórico para edificar un país con una economía productiva, autónoma e
independiente, donde la libertad vaya de la mano con la justicia social, con la
atención urgente e inmediata de los grandes males que nos dejarán estas dos
décadas de involución en todos los ámbitos.
La clase obrera y los trabajadores de todo el país debemos
ser los primeros en la lucha por la democracia y la libertad, y también estar
en primera fila en la defensa de los derechos sociales, económicos y culturales
del pueblo venezolano. Es hora de cambiar y Venezuela no se rinde. Vayamos al
combate con la serenidad y el aplomo que nos caracteriza, pero también con la
audacia y la valentía que nos exige el momento histórico que vivimos.
¡Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha!
¡Pueblo: Rebélate o te matarán de hambre!
#1MayoProtestaYLucha
Dirección Nacional
Bandera Roja (resistencia)